Todos los años, a finales del año me siento con agenda en mano a analizar todo lo que sucedió en mi vida. Usualmente anoto todo lo que hago en mi agenda, situaciones que he pasado, actividades realizadas, momentos importantes en mi vida. Para luego sentarme a ver que pude hacer mejor, que intentaré que no vuelva a suceder y que fue todo un éxito, pero sobre todo, me gusta reflexionar en como cambié los peores momentos en experiencias inolvidables de vida.
Hoy comparto contigo mis peores momentos del 2018 que se tornaron en los mejores momentos porque así lo decidí yo. Decidí cambiar los giros inesperados de la vida en momentos especiales para mi.
Momento #1 - Tener dos niñas pequeñas con poca edad de diferencia
Ser madre de dos niñas pequeñas ha sido uno de los retos más grandes este año. He tenido que aprender a soltar responsabilidades, declinar invitaciones a eventos, posponer metas personales, cambiar mi manera de pensar y conocer mis limitaciones. Cada día me recuerdo que lo puedo lograr, que mis hijas crecerán, emprenderán sus caminos y vendrán nuevas oportunidades para mi. Sobre todo eso entendi que ¨Los hijos no son una excusa para alcanzar nuestras metas, ellos son las limitaciones que nos harán crecer¨.
Momento #2 - El trabajo de mi esposo
Entre el Army y su trabajo regular, el tiempo que le consumía a mi esposo su trabajo era de locos. Había días que no teníamos tiempo para conversar, hacer las tareas del hogar era un caos y no había tiempo para nada. Luego entendí que hay días que la casa se puede quedar sin recoger, que la comunicación en parejas es importante y que, a veces solas nosotras podemos hacer todo y seguir adelante.
Momento #3 - Me despidieron del trabajo
Luego de 4 años trabajando en un centro para mujeres con cáncer, un lunes a las 5 pm me entregaron mi carta de despido en donde cuestionaban mi calidad de trabajo. Ese mismo día lloré de frustración y no pensé en nada más. El próximo día me levanté y dejé todo en las manos de Dios. Una semana más tarde y sin haberlo buscado, tenía un trabajo nuevo. Quedarme sin trabajo me ayudó a tener más tiempo para manejar metas que no había podido lograr. Recordé que no somos indispensables en ningún lugar, siempre se debe dar el 100% en nuestros trabajos, no más allá de eso porque los jefes, jefes serán.
Momento #4 - Un nuevo Empleo
Al principio me costó trabajo adaptarme a un nuevo estilo de empleo, nuevo horario y nuevas tareas por realizar. Fueron muchos días buscando el lado positivo de las cosas, tratando de conectar conmigo misma y entender que todo tenía un propósito para mi. Ahora se que Mi Presente será el trampolín para Mi Futuro.
Momento #5 - Muertes en la Familia
A principios de diciembre mi mascota (una gatita persa) que llevaba conmigo unos 10 años, falleció sin previo aviso. Unos días más tarde, el día de mi cumpleaños, mi abuelo paterno (una de mis personas favoritas) pasó a morar con el Señor. En esos momentos de gran dolor yo estaba contenta y feliz porque di lo mejor de mi como nieta y como dueña de mi mascota. Los días pasan y no son en vano, procurando dejar lo mejor.
Más momentos negativos sucedieron en este año y marcaron mucho mi vida. Amigas bloggers que dejaron de hablarme, estar sin mi esposo por mucho tiempo, frustración, cambios en metas y objetivos. Pero nada de eso fue tan importante como para prestarle atención. Solo cambié mi enfoque, le di importancia a lo necesario, conocí nuevas amigas, me apoyé de los mios y todo mejoró favorablemente.
En la vida todo viene y va, nada es para siempre. Procura tomar un tiempo para pensar en todo lo que te ha sucedido en el 2018, que debes cambiar o mejorar, como puedes tornar lo negativo en positivo y verás todo de mejor manera. Recuerda que Dios permite las tormentas siempre para Bendecir.
Feliz Año 2019.
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